Pequeña finca con dos casas de estilo rústico
Hoy les presento una pequeña finca con encanto ubicada en Almogadel, un pueblo tranquilo del municipio de Ferreira do Zêzere, ideal para quienes buscan la tranquilidad del campo. Esta propiedad se compone de dos casas interconectadas, diseñadas para ofrecer un ambiente armonioso, donde las zonas de ocio y los espacios privados están bien distribuidos para garantizar el máximo confort y privacidad.
Una de las casas destaca por su arquitectura tradicional, con características únicas que reflejan el estilo rural típico de la región, ofreciendo un encanto único y acogedor. Las casas necesitan algunas reformas, pero tienen mucho potencial. Pintada en un suave tono rosa, esta casa muestra la arquitectura tradicional portuguesa, con aleros clásicos que realzan su encanto rústico. En el interior nos recibe un ambiente que preserva la autenticidad de los materiales y detalles de la época. Los cuatro dormitorios cuentan con suelos de madera originales, aportando un toque cálido y acogedor, mientras que los techos en relieve ofrecen un carácter sofisticado al espacio. Todas las puertas son de madera maciza y mantienen los tiradores originales, acompañadas de un detalle clásico: acristalamiento superior, lo que permite la entrada de luz natural. Las ventanas, actualizadas en aluminio para una mayor durabilidad, se complementan con contraventanas interiores de madera maciza, reforzando el estilo y tradición de la casa, además de proporcionar un ambiente más íntimo y seguro.
Al final de un amplio pasillo encontramos un pozo -sala de espacios distribuida: un amplio baño, una cocina tradicional, un gran salón con chimenea y puerta a la calle, además de una habitación extra que podría funcionar como despacho o zona de estudio.
Desde la terraza acristalada se puede para acceder a los distintos anexos que ofrece la propiedad, espacios que antiguamente se utilizaban para guardar animales e implementos agrícolas. Estas dependencias conservan la esencia rural y se pueden adaptar para nuevas funciones, como estudio, taller o zona de almacenamiento, según sea necesario.
En el exterior encontramos un terreno llano, con muchos árboles frutales, como naranjos, granados y nogales. Cree que en esta propiedad podrás respirar verdadero aire de campo, ¡ven y compruébalo!
Hoy les presento una pequeña finca con encanto ubicada en Almogadel, un pueblo tranquilo del municipio de Ferreira do Zêzere, ideal para quienes buscan la tranquilidad del campo. Esta propiedad se compone de dos casas interconectadas, diseñadas para ofrecer un ambiente armonioso, donde las zonas de ocio y los espacios privados están bien distribuidos para garantizar el máximo confort y privacidad.
Una de las casas destaca por su arquitectura tradicional, con características únicas que reflejan el estilo rural típico de la región, ofreciendo un encanto único y acogedor. Las casas necesitan algunas reformas, pero tienen mucho potencial. Pintada en un suave tono rosa, esta casa muestra la arquitectura tradicional portuguesa, con aleros clásicos que realzan su encanto rústico. En el interior nos recibe un ambiente que preserva la autenticidad de los materiales y detalles de la época. Los cuatro dormitorios cuentan con suelos de madera originales, aportando un toque cálido y acogedor, mientras que los techos en relieve ofrecen un carácter sofisticado al espacio. Todas las puertas son de madera maciza y mantienen los tiradores originales, acompañadas de un detalle clásico: acristalamiento superior, lo que permite la entrada de luz natural. Las ventanas, actualizadas en aluminio para una mayor durabilidad, se complementan con contraventanas interiores de madera maciza, reforzando el estilo y tradición de la casa, además de proporcionar un ambiente más íntimo y seguro.
Al final de un amplio pasillo encontramos un pozo -sala de espacios distribuida: un amplio baño, una cocina tradicional, un gran salón con chimenea y puerta a la calle, además de una habitación extra que podría funcionar como despacho o zona de estudio.
Desde la terraza acristalada se puede para acceder a los distintos anexos que ofrece la propiedad, espacios que antiguamente se utilizaban para guardar animales e implementos agrícolas. Estas dependencias conservan la esencia rural y se pueden adaptar para nuevas funciones, como estudio, taller o zona de almacenamiento, según sea necesario.
En el exterior encontramos un terreno llano, con muchos árboles frutales, como naranjos, granados y nogales. Cree que en esta propiedad podrás respirar verdadero aire de campo, ¡ven y compruébalo!